Bancaja confirma el exitoso modelo territorial de Galán

Iberdrola sigue atrayendo todas las miradas, aunque, paralelamente, cada vez se encuentra más lejos del alcance de sus posibles cazadores. Bancaja ha reforzado su posición en la eléctrica vasca, tal y como se ha conocido en esta semana. Su participación, tras comprar un 2,48 % adicional, ha alcanzado el 6,03 %, lo que le ha permitido superar el 5 % de Albert Frére –aunque en el mercado se rumorea que mantiene un porcentaje superior- y acercarse al porcentaje mantenido por BBK, un 7,7 %.
La semana pasada se produjo una emisión exprés de acciones de Iberdrola –Accelerated Bookbuilt Offer (ABO)- por un 7 % aproximadamente del capital de la eléctrica y tanto Bancaja como otro de sus principales accionistas, Juan Luis Arregui (2,2 %), aprovecharon la ocasión para incrementar su participación en la eléctrica. Otros, como ACS (11,7 %), acudieron para no ver diluida su participación.
La rapidez de la colocación exprés de la semana pasada -que se cubrió en apenas 90 minutos- demuestra la «avidez» por no perder posiciones de los principales accionistas de la eléctrica, así como que la sorpresiva maniobra de Iberdrola pudo haberse realizado con el propósito de que sus accionistas de referencia pudieran acudir a la misma y así mantener intactos sus respectivos porcentajes de participación.
Las posibilidades de ACS y sus hipotéticos aliados -si es que finalmente los tiene-, tras el incremento de participación de Bancaja y la ampliación de capital realizada, de hacerse con el control de Iberdrola se reducen cada vez más. Independientemente de la llegada de Albert Frére, como «emisario» adelantado de Suez, y de una hipotética intervención de Gas Natural -en un cada vez más dificultoso asalto a Iberdrola- la situación se complica.
El mantenimiento de las posiciones de la mayor parte de los accionistas y el incremento de participación de los accionistas «amistosos» de la eléctrica han destruido parte de la prima de control que Iberdrola había atesorado en los últimos meses. Desde mediados del mes de junio, cuando Iberdrola alcanzó un máximo de 45,2 euros, la acción ha bajado hasta los 40,97 euros. Aún así, Iberdrola muestra un excelente track record en lo que va de año, un 24 %. En 2006 se revalorizó un 45 %.
El modelo territorial
La virtud de Sánchez Galán ha sido saber jugar, entre otras, la baza de Iberdrola como empresa histórica del País Vasco, con domicilio social en Bilbao. Desde la compra de Scottish Power, en la que Josu Jon Imaz se convirtió en el mejor «embajador» de Iberdrola ante los nacionalistas escoceses, el presidente de la eléctrica no ha perdido la oportunidad de estrechar lazos y agradecer la mediación del dirigente nacionalista. Además, en una «envidiable» estrategia de vinculación territorial, Galán ha generado un modelo territorial que se ha «ganado» a inversores, generalmente cajas, de algunas de las comunidades autónomas en las que opera. Así, en las redes eléctricas de la Comunidad Valenciana, Iberdrola ha encontrado la excelente «red» de protección en Bancaja. Desde Iberdrola se ha respondido «piropeando» la entrada de Bancaja, mostrando su satisfacción por la misma y subrayando el compromiso de la eléctrica con la Comunidad Valenciana.
El hecho, sin embargo, no resulta aislado para estas dos comunidades. Otras cajas mantienen participaciones en la eléctrica. En concreto, Caja España (0,7 %), CCM (0,4 %), Unicaja (1,4 %), Caja Murcia (0,7 %) y un grupo de cajas de Castilla y León (1,8 %).
En el caso de la Comunidad de Madrid, en la que Iberdrola mantiene una destacada posición, Caja Madrid aún no ha tomado participaciones en la eléctrica. Sin embargo, desde hace tiempo se rumorea que, una vez se resuelva la operación de Enel y Acciona en Endesa, Caja Madrid podría plantearse entrar a formar parte del accionariado de Iberdrola. Una operación con más sentido que la de Endesa, puesto que Iberdrola es el principal suministrador eléctrico de la Comunidad de Madrid.
El martes, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, pidió a las compañías de electricidad que “sigan modernizando las estaciones y los equipos eléctricos” para que la Comunidad disponga de un “suministro continuo y fiable de energía” lo que por su posición de empresa líder en la Comunidad de Madrid es un mensaje directo hacia Iberdrola.
El crecimiento dificulta la digestión
En el terreno económico, el modelo de Sánchez Galán intenta a toda costa generar valor, hacer crecer la compañía –sobre todo la capitalización- y dificultar en todo lo posible su fácil digestión por cualquier empresa que desee hacerse con su control. Embarcarse en una operación hostil por el control de Iberdrola no será tarea fácil.
Aunque coyunturalmente haya bajado la cotización de Iberdrola por la pérdida de parte de la prima de control, la reanudación de cualquier intento de compra masiva en el mercado hará que la acción tienda rápidamente a encarecerse. Sobre todo teniendo en cuenta que el free float de la compañía es de aproximadamente un 58 %. Hacerse con el control de Iberdrola a cualquier precio –vía operación hostil- puede provocar que la operación no tenga sentido económico, es decir que no cree valor para los compradores. El núcleo accionarial formado por Juan Luis Arregui, BBK y Bancaja tendrá, en todo caso, mucho que decir. Los accionistas del núcleo «amistoso» de Iberdrola alcanzan ya aproximadamente el 25 %.