5 compañías eléctricas europeas, entre ellas la española Endesa, bajo presión de las entidades financieras para dejar atrás el carbón

Redacción.- Credit Agricole, con sede en París, se ha convertido en uno de los primeros bancos en unirse a una creciente coalición de inversores que exige que las empresas energéticas abandonen la generación eléctrica con carbón para 2030, lo que subraya, según la organización estadounidense Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA), la urgencia de un cambio estratégico en las principales compañías de Europa y otros países de la OCDE.

Credit Agricole Group desarrolla actividades bancarias y de gestión de activos, como Amundi, que tiene activos por valor de 1,4 billones de euros. Al establecer su nuevo «plan a medio plazo», el banco se comprometió a excluir de sus operaciones a las empresas eléctricas que continúen quemando carbón después de 2030 en los países de la OCDE. «Exigimos a todas las entidades del Grupo una estrategia climática común: salir de la producción térmica de carbón en los países de la Unión Europea y la OCDE para 2030», señaló el banco.

Credit Agricole, con 11,5 billones de dólares en activos bajo administración, se ha unido ahora a los inversores que exigen ese plazo de abandono del carbón en una carta al Financial Times en diciembre. En Europa, las empresas eléctricas potencialmente afectadas incluyen a RWE y Uniper de Alemania, CEZ de la República Checa, Endesa de España y PGE de Polonia. A juicio de IEEFA, estas 5 compañías podrían verse obligadas a revisar sus planes vinculados al carbón mientras la comunidad financiera continúa acumulando la presión para cambiar a las alternativas más necesarias bajas en carbono.

En este sentido, en su último Factbook, publicado en marzo de 2019, RWE aún pronostica una fecha de finalización de la extracción de lignito en Alemania de «mediados de siglo», a pesar de un panel designado por el Gobierno alemán a principios de este año que recomienda una fecha de eliminación de carbón y lignito de 2038. RWE ha exigido una compensación si se cumple la fecha anunciada de 2038.

Nuevas centrales térmicas de carbón

Uniper es la única empresa eléctrica que aún construye nuevas centrales eléctricas de carbón en Europa occidental, preparándose para poner en funcionamiento su nueva central de carbón Datteln 4 de 1.055 MW, prevista en 2020, incluso cuando el Gobierno alemán se prepara para implementar la eliminación de carbón. Ese plan es siniestramente similar a la decisión de la empresa eléctrica de abrir su planta de carbón Maasvlakte 3 en los Países Bajos en 2015, justo antes de que el Gobierno holandés se comprometiera a una eliminación gradual del carbón para 2030. IEEFA estima que, hasta la fecha, Uniper ha amortizado su activo holandés en alrededor de 1.100 millones de euros, o aproximadamente más de la mitad de su valor original.

CEZ, con sede en la República Checa, planea reducir la capacidad instalada de carbón casi a la mitad para 2025, a 3.9 gigavatios, pero solo se ha comprometido a una generación sin emisiones de carbono para 2050. Por su parte, la española Endesa, está invirtiendo para extender la vida útil de al menos dos de sus centrales de carbón, As Pontes y Litoral, pero subraya que tienen un futuro muy limitado más allá de 2030.

La mayor empresa eléctrica de Polonia, PGE, ha invertido mucho en la generación con carbón, comprando plantas de carbón, construyendo nuevas y extendiendo la vida útil de las que ya opera. PGE parece estar seriamente alejada de las tendencias internacionales sobre el abandono del carbón y la adopción de medidas climáticas, lo que no sorprende dados sus planes estratégicos. Bajo esa visión, PGE ha estado trabajando durante más de una década para obtener concesiones para continuar con la extracción de lignito de la compañía hasta mediados del siglo, después de que su actual mina Szczercow haya cerrado en 2037, y su mina Turow en 2045.