La plantilla de Alcoa desconfía de los fondos interesados y cree que el precio de la electricidad impedirá su competitividad

Redacción.- La reunión entre Alcoa y el comité de empresa era vital para concretar el futuro de las plantas de Avilés y La Coruña. A la mesa se iban a sentar los inversores interesados en hacerse con las factorías, pero finalmente solo lo hizo uno, el fondo suizo Parter Capital. El encuentro no fue como esperaban los representantes de los trabajadores, que no escondían su decepción y desconfianza ante la ausencia de un plan industrial detallado y una propuesta considerada inviable.

Sin embargo, Alcoa ha optado por continuar con una oferta que ofrece oportunidad de futuro para las dos plantas, incluida la posibilidad de recuperar la producción de aluminio primario, y que el fondo suizo Parter, acostumbrado a invertir en empresas con problemas, acepta una de las principales condiciones de la multinacional: mantener empleos y condiciones durante al menos 2 años.

Aunque la venta no está cerrada, la aluminera ya ha pedido el apoyo de los trabajadores a la operación. Fuentes de la multinacional aseguran que la contribución de Alcoa excederá «significativamente» los 40 millones de euros, 20 por planta, comprometidos en el acuerdo del ERE, con los que espera que se garantice el empleo y la supervivencia de ambas plantas.

Proceso más electrointensivo en duda

Parter propone iniciar su actividad con la producción de aluminio a través de chatarra, la fundición que ahora se mantiene, para diversificarla después y arrancar las cubas de electrólisis en 2020, aunque este aspecto quedaría condicionado a contar con un precio de la electricidad competitivo, ya que es el proceso más electrointensivo y en el que la energía supone el 40% de los costes. Este aspecto genera un gran recelo en la plantilla, porque se fía el futuro a una factura energética que no cree que pueda bajar lo necesario.

«No creemos que pueda ocurrir. No confiamos en que el Gobierno haga un movimiento tan claro como para tener un precio eléctrico competitivo que permita arrancar la electrólisis», señaló también desanimado USO. Para UGT, el gran problema es que Parter no pone «ninguna garantía sobre la mesa» y solo el Ejecutivo central tiene la posibilidad de dar una solución para las fábricas, un Gobierno al que acusan de ponerse de perfil durante estos meses y no involucrarse en encontrar una auténtica salida a este problema al dejar elegir, incluso, una opción que ven peor que las que ofrecían otros inversores.

Solo quedan dos semanas para agotar el plazo que dio Alcoa para encontrar un comprador. Está previsto que el lunes y el martes Parter Capital se reúna con los gobiernos de Asturias y Galicia, que según Alcoa ya han trasladado su apoyo a la operación. Además, el miércoles 19 se ha citado de nuevo la comisión de seguimiento del ERE y el jueves habrá un encuentro con el comité europeo. En estas dos reuniones, Alcoa pedirá al comité que dé su conformidad a la operación.