Las energías renovables deberían crecer 6 veces más rápido que al ritmo actual para alcanzar la descarbonización en 2050

Redacción.- El mayor uso de energía renovable, combinado con la electrificación intensificada, podría ser decisivo para que el mundo cumpla con sus objetivos climáticos clave para 2050, según un estudio de la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA), que destaca las opciones rentables de implementación inmediata para que los países cumplan con sus compromisos climáticos y limitar el aumento de las temperaturas globales. “La transformación energética prevista reducirá los costes netos, generará un mayor crecimiento económico y creará empleo”, según IRENA.

El informe, el segundo de la serie Transformación Energética Global , amplía la hoja de ruta integral de IRENA, que examina las vías tecnológicas y las implicaciones políticas para garantizar un futuro energético sostenible. Incrementar el uso de la electricidad a más de la mitad del mix energético global (en comparación con el 20% de la actualidad) con la expansión de las energías renovables reduciría el uso de combustibles fósiles, responsables de la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero, según este informe.

El análisis de IRENA resalta que las energías renovables ya representan más de la mitad de la capacidad de generación de energía recién instalada. Sin embargo, su participación general en el mix energético (incluido el calor y el transporte) necesita crecer 6 veces más rápido. Los compromisos climáticos nacionales en virtud del Acuerdo de París dependen en gran medida para cumplirse de la descarbonización energética. El histórico acuerdo climático de 2015, respaldado por casi en todo el mundo, exige mantener el aumento de las temperaturas globales promedio «muy por debajo» de dos grados centígrados (2ºC) durante el presente siglo en comparación con los niveles preindustriales.

Sin embargo, lograr un futuro seguro a nivel climático depende de una acción global rápida. Los planes y políticas actuales, incluidos los objetivos fijados a nivel nacional, “se quedan muy cortos”. Las emisiones relacionadas con la energía han aumentado alrededor del 1% anual desde 2015. Según el análisis de IRENA, las reducciones de emisiones de dióxido de carbono (CO2) relacionadas con la energía tendrían que disminuir un 70% para 2050, en comparación con los niveles actuales, para cumplir los objetivos climáticos. Un cambio a gran escala a la electricidad renovable podría generar el 60% de esas reducciones; 75% si se tienen en cuenta las renovables para calefacción y transporte; y 90% con mayor eficiencia energética.

Con la electricidad convirtiéndose en el proveedor de energía dominante, el suministro mundial de energía podría más que duplicarse, según el informe. Las fuentes renovables, incluidas la solar y la eólica, podrían satisfacer el 86% de la demanda eléctrica. La transformación energética aumentaría el producto interno bruto (PIB) en un 2,5% y el empleo total en un 0,2% a nivel mundial en 2050. Las energías renovables, mientras tanto, crearían más empleos nuevos que los perdidos en las industrias de combustibles fósiles. Los aportes de políticas pueden mejorar aún más la huella socioeconómica de la transformación.