La producción de combustibles fósiles va camino de duplicar en 2030 lo requerido para limitar el calentamiento global a 1,5ºC

Redacción.- El Informe The Production Gap, producido por destacadas organizaciones de investigación y la ONU, es la primera evaluación de la brecha entre los objetivos del Acuerdo de París y la producción planificada de carbón, petróleo y gas de los países. En este sentido, los gobiernos del mundo planean producir un 120% más de combustibles fósiles para 2030 de los que se pueden quemar para limitar el calentamiento global a 1,5°C y un 50% de lo recomendado para limitarlo a 2ºC.

El mundo está en camino de producir mucho más carbón, petróleo y gas de lo que sería consistente con limitar el calentamiento a 1,5°C o 2°C, creando una «brecha de producción» que hace que los objetivos climáticos sean mucho más difíciles de alcanzar, según el primer informe para evaluar los planes y proyecciones de los países sobre la producción de combustibles fósiles. El Informe complementa el Informe de brecha de emisiones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que muestra que las promesas de los países no alcanzan las reducciones de emisiones necesarias para cumplir con los límites de temperatura global.

Los países planean producir combustibles fósiles muy por encima de los niveles necesarios para cumplir sus compromisos climáticos en virtud del Acuerdo de París, que están lejos de ser adecuados. Esta sobreinversión en el suministro de carbón, petróleo y gas mantiene la infraestructura de combustibles fósiles, lo que dificultará la reducción de emisiones. “Durante la última década, la conversación sobre el clima ha cambiado. Hay mayor reconocimiento del papel que juega la expansión sin restricciones de la producción de combustibles fósiles para socavar el progreso climático”, afirmó Michael Lazarus, autor principal del informe y director del centro estadounidense del Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo.

El informe fue producido por destacadas organizaciones de investigación, incluido el Instituto del Medio Ambiente de Estocolmo (SEI), el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, el Overseas Development Institute, el Centro CICERO para la Investigación Internacional del Clima y el Medio Ambiente, Climate Analytics y el PNUMA. Más de cincuenta investigadores contribuyeron al análisis y la revisión, abarcando numerosas universidades y organizaciones de investigación adicionales.

En el informe, el director ejecutivo del PNUMA, Inger Andersen, señala que las emisiones de carbono se mantienen exactamente en los niveles proyectados hace una década, bajo los escenarios comerciales habituales utilizados en los Informes de Brecha de Emisiones. «Esto requiere un enfoque agudizado y muy atrasado en los combustibles fósiles», escribe. “El suministro de energía en el mundo sigue dominado por el carbón, el petróleo y el gas, lo que genera niveles de emisión incompatibles con los objetivos climáticos. Con ese fin, este informe presenta la brecha en la producción de combustibles fósiles, una nueva métrica que muestra claramente la brecha entre el aumento de la producción de combustibles fósiles y la disminución necesaria para limitar el calentamiento global».

En este sentido, la brecha de producción es mayor para el carbón. Los países planean producir un 150% más de carbón en 2030 de lo que sería consistente con limitar el calentamiento a 2°C, y un 280% más de lo que sería consistente con limitar el calentamiento a 1,5°C. El petróleo y el gas también están en camino de superar los presupuestos de carbono, con inversiones continuas que mantienen el uso de estos combustibles, hasta que los países produzcan entre un 40%/50% más de petróleo y gas para 2040 de lo que sería consistente con limitar el calentamiento a 2°C.

Las proyecciones nacionales sugieren que los países planean producir un 17% más de carbón, un 10% más de petróleo y un 5% más de producción de gas en 2030 que lo que es consistente con la implementación de sus compromisos nacionales de objetivos climáticos, que en sí misma no es suficiente para limitar el calentamiento a 1,5°C o 2°C. Los países tienen numerosas opciones para cerrar la brecha de producción, que incluyen limitar la exploración y extracción, eliminar subsidios y alinear los planes de producción futuros con los objetivos climáticos.

Los autores también subrayan la importancia de una transición justa lejos de los combustibles fósiles. «Existe una necesidad apremiante de garantizar que los afectados por el cambio social y económico no se queden atrás», señaló el autor del informe y miembro de investigación de SEI, Cleo Verkuijl. «Al mismo tiempo, la planificación de la transición puede generar consenso para una política climática más ambiciosa» advierte.

The Production Gap llega cuando más de 60 países ya se han comprometido a actualizar en 2020 sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), que establecen sus nuevos planes de reducción de emisiones y compromisos climáticos en virtud del Acuerdo de París. «Los países pueden aprovechar esta oportunidad para integrar estrategias para gestionar la producción de combustibles fósiles en sus NDC, lo que a su vez los ayudará a alcanzar los objetivos de reducción de emisiones», apuntó Niklas Hagelberg, coordinador del cambio climático del PNUMA.

«Después de más de dos décadas formulando políticas climáticas, los niveles de producción de combustibles fósiles son más altos que nunca», lamentó el director ejecutivo del SEI, Måns Nilsson. “Este informe muestra que el apoyo continuo de los gobiernos para la extracción de carbón, petróleo y gas es una gran parte del problema. Estamos en un hoyo profundo y tenemos que dejar de cavar», concluyó.