Teresa Ribera ocupará la cuarta vicepresidencia del nuevo Gobierno con competencias de Transición Ecológica y Reto Demográfico

Redacción.- El anuncio del PSOE llega 48 horas después de la investidura de Sánchez y sin que la idea de una cuarta vicepresidencia haya salido en las negociaciones con Unidas Podemos. De este modo Moncloa empieza a filtrar poco a poco detalles del futuro Gobierno de coalición: anunciando que el Ejecutivo tendrá tres vicepresidentas además de Pablo Iglesias, con Teresa Ribera como vicepresidenta de Transición Ecológica y Reto Demográfico.

«En el Gobierno del presidente Sánchez habrá cuatro vicepresidencias, enfocadas a cada una de las transformaciones que necesita la España que nos merecemos», adelantó Moncloa en un mensaje remitido a los periodistas. En su discurso de investidura, el socialista desgranó esas «transformaciones», entre las que figuraba una “transición ecológica justa”. Así, la decisión de Sánchez supone que el peso de Unidas Podemos en las vicepresidencias pasa del 33% al 25%, y la balanza se desequilibra después de cerrar las negociaciones.

El mensaje de Moncloa apostilla que «por primera vez en nuestra historia, España tendrá tres mujeres vicepresidentas del Gobierno». También será la primera vez que el Gobierno de España tiene cuatro vicepresidencias. El Ejecutivo de Zapatero llegó a tener tres. En el programa de Unidas Podemos figuraba la creación de una «Vicepresidencia de Transición Ecológica y Nuevo Modelo Industrial». Sánchez expresó que quiere que esta sea la «legislatura verde» de lucha contra la emergencia climática.

La sorpresa ha sido la elevación de Ribera como vicepresidenta para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Sánchez ha querido dar un peso específico a la emergencia climática en la «legislatura verde». Además, en Moncloa destacan que eleva el reto demográfico a la vicepresidencia.  «Con esta medida, se señalan como prioridad del nuevo Gobierno las políticas con las que se hará frente a los desafíos de la España vaciada», expresa el mensaje de Moncloa.

Lucha contra la crisis climática

El nombramiento de Teresa Ribera (Madrid, 1969) como vicepresidenta completa el viaje que el presidente Pedro Sánchez ha realizado hacia la política medioambiental. Sánchez recuperó a Ribera en 2017 para colocarla a la cabeza de la Transición Ecológica en el PSOE y la escogió para darle un superministerio al llegar a la Moncloa con la moción de censura de mayo de 2018. Le asignó, no solo las competencias medioambientales, sino que le añadió las de energía. Ahora, Ribera manejará la transición hacia una economía descarbonizada que afronte la emergencia climática desde la vicepresidencia del Gobierno.

El interés de Pedro Sánchez por dotar de relevancia esta cartera tuvo un espaldarazo cuando ambos políticos apenas dudaron a la hora de ofrecer Madrid como sede alternativa para celebrar la cumbre climática de diciembre pasado cuando Chile renunció. A Teresa Ribera, el final abrupto de la legislatura en 2019 le dejó sin aprobar dos piezas fundamentales en materia de transición ecológica: la ley de cambio climático y el Plan Integrado de Energía y Clima.

Situada desde hace largo tiempo en el núcleo medioambiental del PSOE, fue jefa de la Oficina Española de Cambio Climático y luego secretaria de Estado de los gobiernos de Rodríguez Zapatero. La llegada de Mariano Rajoy (PP) a la Moncloa hizo que saliera a ejercer como asesora, entre otros organismos, del Instituto de Desarrollo Sostenible de Relaciones Internacionales en París.

El plan de trabajo pendiente incluye sentar las bases para la reducción de emisiones de CO2 mediante la generación de entre un 85-95% de la electricidad con fuentes renovables para 2040, aprobar la norma para que las ciudades de más de 50.000 habitantes deban crear zonas de bajas emisiones o impulsar un calendario de cierre de centrales térmicas y nucleares. También implementar un instituto para la transición justa con la idea de crear tejido económico y puestos de trabajo en las zonas y sectores afectados por esta reconversión de manera que una crisis social no haga descarrilar los objetivos ambientales.