Teresa Ribera expresa su compromiso con la España que quiere tener oportunidades en su toma de posesión como vicepresidenta

Redacción.- Teresa Ribera ha tomado posesión de su cartera como vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, con un discurso en el que ha recordado a los pioneros en la defensa del medio ambiente en España, que “nunca se hubieran podido imaginar que en este país habría una vicepresidencia verde”.

Ribera destacó que el hecho de que la agenda medioambiental alcance por primera vez rango de vicepresidencia demuestra el peso de las cuestiones ambientales, pero también la importancia de la coordinación y el acompañamiento transversal del resto de políticas. “El refuerzo de la agenda ambiental debe ser el eje de transformación de la economía, la equidad, la justicia, el territorio, la innovación, la industria, el empleo, el futuro de la empresa, o el conocimiento”, indicó.

“La lucha contra la emergencia climática se ha convertido en el eje vertebrador que orientará las decisiones políticas y financieras”, señaló Ribera. Hacer frente a este desafío será una prioridad del Gobierno, pero también “una oportunidad para el empleo, el crecimiento económico sólido y estable, el desarrollo industrial, la salud y la equidad social”. Un futuro que, según Ribera, debe estar marcado por “el equilibrio entre economía, medio ambiente y capital natural, equilibrio también entre las personas, impulsando una transición justa que no deje a nadie atrás, y equilibrio territorial”.

Con la ampliación de su cartera ministerial con el reto demográfico y su nueva responsabilidad como vicepresidenta, Ribera ha expresado su compromiso con la transición ecológica, la protección de nuestra biodiversidad y la España que quiere tener oportunidades. Nuestra agenda es la misma que marca ya las prioridades en Europa, el Green New Deal: “La agenda europea pasa por encontrar soluciones a los problemas que nos acucian, que tienen mucho que ver con el uso de los recursos”, ha destacado.

En este sentido, Ribera ha señalado que “debemos seguir trabajando para alcanzar la neutralidad climática en 2050, y prepararnos para evitar los peores efectos del cambio climático, que vemos en muchos lugares, como Australia y Portugal”. Por ello, “anticipar las necesidades en la gestión de los recursos hídricos, preservar nuestro entorno natural, reconstruir nuestras ciudades, repensar nuestras infraestructuras y dimensionar nuestras necesidades de otra manera, aprovechando el conjunto de los recursos, es fundamental si queremos abordar con éxito este desafío”.